Tania García Montalva
Infusión de Lavanda, planta medicinal de propiedades calmantes.

Tanto seca como en té, la hoja de lavanda es sumamente relajante y tranquilizante al mismo tiempo que puede ayudarte a levantar el ánimo.
Ayuda a bajar la fiebre y calma los malestares estomacales y respiratorios.
También resulta útil como tratamiento natural del insomnio dado que ayuda naturalmente a conciliar el sueño.
¿Cómo prepararla?
Ingredientes principales
1 a 2 cucharaditas de hierba seca de lavanda
1 taza de agua
Pasos para elaborar la infusión de lavanda
1) Hierve en un cazo una taza de agua.
2) Cuando empiece a entrar en ebullición añade la lavanda, dejándola en el fuego durante 3 minutos.
3) Apaga y deja en reposo otros 3 minutos.
4) Finalmente cuela y endulza con azúcar o miel.
¿Cuáles son sus beneficios?
Sedante. Posee propiedades sedantes, las cuales se encuentran principalmente en sus flores, y en menor medida en las hojas. Debido a esto, el consumo de las infusiones descritas anteriormente, son muy útiles para tratar casos de nerviosismo o ansiedad, además de atenuar los efectos que estas situaciones pueden generar, como por ejemplo dificultades al dormir.
Hipotensora. Esta infusión de flores de lavanda es muy útil para reducir la presión arterial, estando especialmente indicada para aquellas personas que padezcan de hipertensión.
Carminativa. La infusión de lavanda es muy efectiva para problemas estomacales como gases y cólicos.
Expectorante. La planta de lavanda en infusión, produce un efecto broncodilatador por lo que es recomendada para problemas como tos excesiva, bronquitis y asma.
Febrífuga. La lavanda estimula la transpiración por lo que es efectiva para poder controlar la fiebre.
Cicatrizante. El té de lavanda también se utiliza de forma tópica para curar lesiones, heridas, úlceras y llagas en la boca.
La dosis de estas infusiones fluctúa entre las 2 y 4 tazas diarias. Si se consumen para tratar los problemas para dormir es importante ingerirla durante las noches.
